Tras la estela de Indy III

"LA MOMIA" (1999) Título original: "The mummy" Duración: 125 minutos Género: Aventuras Nacionalidad: USA

Director: Stephen Sommers Guión: Stephen Sommers Música: Jerry Goldsmith Fotografía: Adrian Biddle Montaje: Bob Ducsay Intérpretes: Brendan Fraser, Rachel Weisz, John Hannah, Arnold Vosloo, Jonathan Hyde, Kevin J. O'Connor

SINOPSIS:

El legionario Rick O'Connell y su socio descubren durante una batalla en Egipto las ruinas de Hamunaptra, la ciudad de los muertos. Pasado un tiempo, este descubrimiento le permitirá salvar su vida y volver al lugar con una egiptóloga y su hermano, donde coinciden con un grupo de americanos. Todos ellos, seducidos por la aventura, provocarán la resurrección de la momia de un diabólico sacerdote egipcio que intenta desesperadamente recuperar a su amada.

OPINION:

Después de muchos intentos infructuosos de emular a Indiana Jones en la década de los ochenta, la llegada de los 90 hizo que las modas cambiaran y las películas de aventuras pasaron a un segundo plano. Nadie pudo, ni siquiera acercarse, al espíritu aventurero de aquellas películas de Spielberg. En el año 1999, la Universal apostó fuerte por una nueva versión de “La momia” dirigida por un casi desconocido Stephen Sommers. El director y guionista tenía poco currículum. Tres producciones menores, eso sí, de aventuras. “Las aventuras de Huckelberry Finn”, “El libro de la selva” y “Deep Rising”. Una mención especial merece esta última. No por sus grandes méritos artísticos sino porque es una película que sienta las bases de esta gran producción. Sommers ya demuestra la guasa y la zarabanda diversión sin tomarse en serio nada y está narrada como un tebeo que se salta a la torera todas las leyes de la realidad. “La momia” contiene todos estos elementos elevados a la séptima potencia. Por eso un espectador que no soporte la eclosión de humor y espéctaculo increíble, preguntándose todo el tiempo si esto o aquello es absurdo, que no vea esta película. Sommers no engaña a nadie. Todos los efectos peliculeros que ocurren en este film están puestos ahí conscientemente por el director. Impagables son los comentarios del director en la secuela (todavía no he podido disfrutar de los de la primera), en la que reconoce y explica todas las incongruencias y porque se rodaron así.

Cuando oí de la versión que se preparaba, pensé que se trataba de un film de terror. Después del primer visionado del trailer me sorprendí. Parecía una película de aventuras ochentera con toda la tecnología digital a su alcance. Era un primer paso, hacer una versión diferente a todas las películas precedentes que tenía como protagonista a la momia. Con el visionado en la sala oscura salí entusiasmado. Resultaba curioso que tras tantos intentos fallidos de acercarse al espíritu aventurero del famoso arqueólogo. Cuando ya nadie esperaba producciones de héroes en excavaciones y lugares exóticos, llegara una película, que debería haber sido de terror puro, para conseguirlo. Existen muchos detractores, que aman tanto a Indiana Jones, que el solo hecho de mencionar esta película como comparación hace que se retuerzan de dolor. No soy sospechoso del amor que le profeso al personaje pero eso no quita que alabe esta película como digna sucesora.

El actor elegido para encarnar a Rick O’Connell, héroe carismático y chulo, fue Brendan Fraser. A priori no parecía una elección muy acertada teniendo en cuenta el bagaje del actor en el cine. No era una estrella precisamente, y la película era una gran superproducción destinada a ser un éxito de taquilla. Resultó ser uno de los grandes aciertos de la película. Fraser interpreta magistralmente al héroe sin tomarse en serio ni un segundo al personaje que creaba. Memorable y cachondo, cae muy bien desde el principio y lleva el peso del film con soltura y naturalidad. Para el papel de la chica también fue elegida una desconocida por aquella época, Rachel Weisz. Su papel es el típico de la chica en apuros y está especialmente bella en la cinta. El papel del hermano recayó en John Hannah que cumple con creces y Oded Fehr en el papel del hombre que quiere impedir que la furia de la momia salga. Parece que en cualquier momento se va a partir de risa ante tanta parida que dice. Arnold Vosloo es el malo de la función o momia vengativa que busca resucitar a su amor.

La banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith es espléndida, como lo es también la de la secuela que creó Alan Silvestri. Nos acompaña a lo largo de toda la aventura y nos sumerge de lleno en los paisajes exóticos y hermosos digitalizados para la ocasión. Estos efectos visuales logran rodear al espectador de la belleza de Egipto además de ser utilizados para la creación de la momia. Toda película de aventuras tiene que tener unas escenas de acción que impacten visualmente y sean espectaculares. El levantamiento de arena para derribar el avión el que viaja el héroe es antológico y se repitió en la secuela con el agua del Nilo como protagonista. El homenaje a “Jason y los argonautas” con la resurrección de las momias y los escarabajos que devoran todo lo que se ponga a tiro son otras escenas a recordar. La historia y sus personajes que nos presenta Sommers, que logra una gran dirección, es en sí un tebeo cinematográfico que nunca se toma en serio a sí misma para disfrute de los que amamos el cine de evasión. Después del prólogo magnífico que nos cuenta la triste historia de un sacerdote egipcio y su pérdida amorosa, la película parte hacia una montaña rusa de aventuras, humor, romance, terror y espectáculo de acción que no decae en ningún momento. Puro cine de evasión con mayúsculas.

Trailer de la película