“UNA PANDILLA ALUCINANTE” (1987) Título original: The Monster Squad Duración: 78 minutos Nacionalidad: USA Género: Aventuras/Fántastico/Comedia
OPINION:
Surgida después del gran éxito de “Los Goonies”, esta película en argumento poco tenía que ver con aquella. La similitud entre las dos surgía porque los protagonistas eran un grupo de niños que tenía una pandilla llamada “La pandilla del monstruo” y uno de sus componentes era un chico gordo. Aquí en lugar de Gordi lo llaman Cebao. Pero si el film de Donner era una cinta de aventuras para toda la familia, la de Dekker fue clasificada para mayores de 13 años en el año de su estreno. Vista hoy en día, poco tiene para mayores comparado con los productos de hoy en día. Tampoco ha resistido mucho el paso del tiempo y solo la nostalgia puede empujar a alguno a divertirse con este estofado de monstruos que nos sirven Shane Black y el propio director como guionistas. Si Shane Black. El mismo guionista de “Arma letal”, “Depredador” o “El último Boy Scout”. Escribieron un guión muy escueto y simplón, utilizando todos los tópicos del género, incluido un Frankenstein que se convierte en amigo de la panda. Después de veinte años deja un regusto amargo, porque friamente, para un espectador que no ha vivido esa década es un film mediocre sin escenas destacables, monótono en su desarrollo, sin sorpresas y con un final predecible en todos los aspectos. Pero para un espectador que ha disfrutado los 80 con todos sus aspectos negativos y positivos, encontrará ese sabor ochentero impregnado en la cinta. Sabían que lo que estaban haciendo no daba para mucho y por lo menos el metraje de 75 minutos es de agradecer. Aunque queda una sensación de que se podía haber aprovechado la idea mejor y homenajear como es debido, con referencias cinéfilas y guiños a los monstruos de la Universal y no estancarse como película con apariencia de serie B.
La frase promocional rezaba así: Sabes a quien lamar cuando hay fantasmas. Pero, ¿sabes a quien llamar cuando hay monstruos?
A los cazafantasmas, claro. O que te creías. También deberíamos llamarlos cuando aparezcan monstruos. Esa si que era una buena película.
Director: Fred Dekker Guión: Shane Black, Fred Dekker Fotografía: Bradford May Música: Bruce Broughton Montaje: James Mitchell Intérpretes: Andre Gower, Robby Kiger, Stephen Macht, Duncan Regehr, Tom Noonan, Brent Chalem, Ryan Lambert, Ashley Bank, Michael Faustino, Mary Ellen Trainor, Leonardo Cimino, Jon Gries, Stan Shaw, Lisa Fuller, Jason Hervey
SINOPSIS:
Los habitantes de una pequeña y pacífica ciudad se ven alterados por la llegada de un extraño personaje y por sus no menos extraños acompañantes, quienes están decididos a encontrar, sea como sea, un amuleto que controla el equilibrio entre el bien y el mal. Cada cien años las fuerzas del mal desafían a las del bien, y éste es el año...
OPINION:
Surgida después del gran éxito de “Los Goonies”, esta película en argumento poco tenía que ver con aquella. La similitud entre las dos surgía porque los protagonistas eran un grupo de niños que tenía una pandilla llamada “La pandilla del monstruo” y uno de sus componentes era un chico gordo. Aquí en lugar de Gordi lo llaman Cebao. Pero si el film de Donner era una cinta de aventuras para toda la familia, la de Dekker fue clasificada para mayores de 13 años en el año de su estreno. Vista hoy en día, poco tiene para mayores comparado con los productos de hoy en día. Tampoco ha resistido mucho el paso del tiempo y solo la nostalgia puede empujar a alguno a divertirse con este estofado de monstruos que nos sirven Shane Black y el propio director como guionistas. Si Shane Black. El mismo guionista de “Arma letal”, “Depredador” o “El último Boy Scout”. Escribieron un guión muy escueto y simplón, utilizando todos los tópicos del género, incluido un Frankenstein que se convierte en amigo de la panda. Después de veinte años deja un regusto amargo, porque friamente, para un espectador que no ha vivido esa década es un film mediocre sin escenas destacables, monótono en su desarrollo, sin sorpresas y con un final predecible en todos los aspectos. Pero para un espectador que ha disfrutado los 80 con todos sus aspectos negativos y positivos, encontrará ese sabor ochentero impregnado en la cinta. Sabían que lo que estaban haciendo no daba para mucho y por lo menos el metraje de 75 minutos es de agradecer. Aunque queda una sensación de que se podía haber aprovechado la idea mejor y homenajear como es debido, con referencias cinéfilas y guiños a los monstruos de la Universal y no estancarse como película con apariencia de serie B.
La frase promocional rezaba así: Sabes a quien lamar cuando hay fantasmas. Pero, ¿sabes a quien llamar cuando hay monstruos?
A los cazafantasmas, claro. O que te creías. También deberíamos llamarlos cuando aparezcan monstruos. Esa si que era una buena película.
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