Historia de un maestro, capítulo 2º: El primer contrato

Tras marchar a Los Angeles,(...), intenta sin éxito ser admitido en la Universidad del sur de California, escuela a cuyas clases asisten por entonces cineastas de futuro renombre como Coppola o Lucas. Sus calificaciones, que le impiden el acceso, no pasan de discretas porque, paradójicamente, ha pasado la mayor
parte del tiempo haciendo películas. Habrá de contentarse con su ingreso en el Colegio Estatal de Long Beach (actualmente Universidad). Durante unos meses trabaja en una cafetería para costear sus estudios y gastos; entre ellos los ocasionados por la filmación de varios cortos de tono netamente experimental, uno de los cuales le permite trabar contacto Allen Daviau, un joven cinéfilo como él que, años más tarde, será el director de fotografía de un film llamado "E.T."

Por estas fechas obtiene una alentadora victoria: tras realizar en autobús el tradicional recorrido turístico de los estudios Universal, se apea y se esconde en un lavabo hasta que el vehículo abandona el lugar. Después, decidido a pasar allí la jornada, se pasea por las instalaciones, fisgándolo todo, hasta que se topa con un conocido, Chuck Silvers, a la sazón responsable de la biblioteca. A este le cuenta con detalle su obsesión por convertirse en director de cine y Silvers, divertido, le consigue un pase de favor para acceder a los estudios los siguientes tres días. El vigilante apostado en la entrada (...) comproborá el pase durante ese plazo. El cuarto día Spielberg se presenta impecablemete vestido en la entrada del recinto y hace un gesto con la mano al vigilante, amodo de jovial saludo. Scottie (así se llamaba el vigilante) devolverá el saludo y durante el verano Spielberg se mueve con notorio desparpajo por las instalaciones y platós de la Universal. Un día consigue adentrarse en el plató de "Cortina rasgada" mientras Hitchcock rueda una escena.

Uno de sus mayores logros de juventud: Firelight

En 1969, con el apoyo económico que le brinda Dennis Hoffman, amigo de Chuck Silvers y dueño de un laboratorio de efectos ópticos, rueda "Ambin", todo un hito en este estadio de su carrera. Se trata de un corto de 25 minutos de duración, filmado en 35 milímetros en la que una pareja de jóvenes enamorados se desplaza a través del desierto haciendo auto-stop. (...) el film adquirirá una importancia crucial para Spileberg al procurarle numerosas ofertas para dirigir publicidad, y sobre todo, por llamar poderosamente la atención de Sid Sheimberg, máximo ejecutivo del departamento televiso de la Universal. Sheimberg, asombrado por la destreza técnica y narrativa de este joven veintañero, le oferta un contrato de 7 años (...). Abrumado por la propuesta, Spielberg se queda sin habla y Sheimberg comienza a renegociar, pero, recobrado el sentido, todo concluye en un rápido apretón de manos.

Información sacada del libro "Spielberg, el hacedor de sueños" de Javier Ortega