Por el amor de la chica

El género de aventuras ha dejado títulos inolvidables desde el comienzo de este arte visual. De Errol Flynn hasta Johnny Deep con su, ya icono del celuloide, Jack Sparrow, pueden marcar la infancia de cualquier niño ávido de aventuras y héroes que salvan el mundo. El personaje de aventuras por antonomasia es Indiana Jones, ese arqueólogo de látigo y sombrero que tan magistralmente dirigió Steven Spielberg en tres películas. El doctor Jones solía ir acompañado de alguna chica, algo que suele ocurrir en la mayoría de películas de este género. La chica que al final termina cayendo en las redes del protagonista. Con el paso del tiempo el rol del hombre y la mujer podía cambiar y lo hemos visto en films como "La isla de las cabezas cortadas" (Geena Davis como mujer pirata y Mathew Modine como el chico que hay que salvar) o "Underworld". Sea héroe o heroína, la regla de oro es presentar a dos personajes en constante peligro para terminar enamorados al final de la cinta. En una película de aventuras sabemos que al final el héroe salvará el mundo y besará a la chica. Un beso que paraliza el mundo. Solo existen los dos mientras suena una música romántica que envuelve la sala de cine. Cuando se encienden las luces te vas a casa feliz, recordando la mítica frase: Y vivieron felices y comieron perdices.

Mientras el resto se matan, ellos se aman

Con el estreno de “Piratas del caribe: La maldición de la perla negra” se unió a la larga lista de aventureros enamorados Will Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swann (Keira Knightley). Cuando Jack Sparrow entra en sus vidas, son puestos en peligro una y otra vez e incluso Elizabeth será secuestrada por el malvado Capitán Barbosa. Will Turner saldrá en su busca para salvarla de su terrible destino. El enorme éxito propició dos secuelas. La primera de ellas comienza con Elizabeth sentada con una cara que denota tristeza mientras la lluvia empapa a la chica. La boda con Will se ha ido al traste, así que tendremos que esperar dos largas películas para verlos juntos otra vez. Fui a ver el desenlace de esta trilogía pirata con mucha ilusión y después de dos horas y tres cuartos sucedió algo inesperado. ¡¡¡Advertencia!!! Las frases en cursiva contienen detalles de la tercera parte de Piratas del caribe. ¡¡¡Will Turner se convierte en el puñetero Holandés errante sustituyendo a Dave Jones!!! A partir de ese momento Turner será un pirata condenado a vagar por los mares y solo una vez cada diez años podrá tomar tierra para ver a su chica. Pues nada, a fastidiarse Will. A ti que tan poco te gustaban los piratas, te toca la maldición de ser uno de ellos toda tu eterna vida. Y olvídate de Elizabeth, hijo, solo la podrás ver una vez cada diez años. Atención al final de los títulos de crédito: se verá a Elizabeth con un chaval de diez años, que debemos suponer que es el hijo de Turner y que aprovecharon muy bien la noche antes de que Will partiera a los confines del mar. ¡Pobre muchacha! Porque digo yo que Elizabeth tendrá sus necesidades y eso de esperar diez años a que Turner se pase por allí pues como que no debe ser muy alentador. Debe ser que no soy muy romántico y no entiendo que cuando dos personas están enamoradas, son muy felices esperando una década a verse un día. A mí eso me parece una crueldad.

Westley y la princesa se besan después de su aventura en "La princesa prometida"

No voy hablar del excesivo metraje con algunas escenas innecesarias o del guión confuso que mezcla todo tipo de historias y traiciones y al final terminas más liado que un ciego en el laberinto de Jareth, rey Goblin. Sólo quería expresar mi indignación ante lo ocurrido entre Will y Elizabeth. Para mí esta tercera parte no existe y es una lástima porque disfruto mucho con este tipo de películas. Siempre podré pasarme por mi habitación y buscar en mi videoteca una buena película de aventuras, encender la TV y el DVD y disfrutar de ella. Rick O’Conell (Brendan Fraser) y Evelyn Carnahan (Rachel Weisz) En “La momia”, Joan Wilder (Kathleen Turner) y Jack Colton (Michael Douglas) en “Tras el corazón verde”, Westley (Cary Elwes) y Buttercup (Robin Wright) en “La princesa prometida”, Indiana Jones (Harrison Ford) y Willie Scott (Kate Capshaw) en “Indiana Jones y el templo maldito”…

El cine nos ha dejado innumerables títulos de aventuras con parejas que se enamoraban mientras el peligro se cernía sobre ellos. Y al final se salvaban y un beso era el prólogo de un rótulo que se ha ido perdiendo con el tiempo: THE END.

Tony Curtis y Piper Laurie en "El hijo de Ali Baba" (1952)